24.4.12

Tabaquismo y Nutrición



Son varias las formas en que el tabaquismo afecta el estado nutricional de las personas. El tabaco modifica el metabolismo, produce cambios en los hábitos alimentarios y aumenta los requerimientos de muchos nutrientes por lo que puede llevar a una deficiencia.





Efectos del tabaco sobre el peso corporal

El posible aumento de peso al dejar de fumar está relacionado con algunos factores:
  • La nicotina produce un aumento del gasto energético en reposo de hasta un 10%, esto quiere decir que si se deja de fumar habrá un gasto energético menos, por lo que será necesario balancearlo aumentando la actividad física o reduciendo la ingesta calórica.
  • El humo del cigarrillo produce alteraciones en el olfato y el gusto, por lo que los fumadores no sienten a la comida tan atractiva, estas sensaciones se recuperan al dejar de fumar lo que explica la mayor tendencia al consumo de alimentos.
  • El cigarrillo es un potente ansiolítico y antidepresivo. En algunos casos, las personas, al dejar de fumar pueden llegar a combatir la ansiedad con la comida. Cambiando el habito de encender un cigarrillo por el de abrir la heladera.


Efectos del tabaco en los nutrientes

Algunos componentes del humo del cigarrillo promueven la oxidación y generan estrés oxidativo. El organismo utiliza vitaminas antioxidantes para protegerse por lo que aumentan las necesidades de estos micronutrientes.  Por otro lado la absorción y utilización de los mismos esta adversamente afectada en personas fumadoras activas e incluso pasivas.  Esto lleva a posibles deficiencias.

Vitamina C: actua como agente reductor y antioxidante en una diversidad de procesos enzimáticos; de modo que, en el caso concreto del tabaquismo, la vitamina C tiende a contrarrestar el efecto nocivo de diversas sustancias contenidas en el humo del tabaco. Esto explica la mayor excreción de esta vitamina, la cual a la vez es menos consumida por los fumadores por el bajo consumo de frutas y verduras debido a las alteraciones del gusto.

La menor concentración de vitamina C en el jugo gástrico de los fumadores explica la mayor producción de lesiones gástricas y el retraso en su curación.

Adecuadas concentraciones de esta vitamina protegen contra el asma y el desarrollo tumoral.



La vitamina A también se ve disminuida en fumadores debido a la función antioxidante de los beta-carotenos.

Vitamina E: Diversos estudios han mostrado que fumar de modo habitual altera los requerimientos de vitamina E. Se ha reportado que se encuentran en cantidades deficientes entre los fumadores sanos comparados con los no fumadores. Se trata de un efecto que depende de la dosis; los fumadores que fuman 16 o más cigarrillos por día tienen concentraciones sanguíneas perceptiblemente más bajas.

El acido fólico disminuye en sangre a causa del tabaco y esto puede predisponer a que el epitelio bronquial sufra transformaciones neoplásicas (tumores).

Varios metales tóxicos del cigarrillo como el arsénico, el cadmio, el níquel se depositan en los tejidos y compiten por los sitios de absorción intestinal del zinc, el hierro y el cobre.

Efectos del tabaco en el organismo

Es sabido que el hábito de fumar es perjudicial para la salud. Los efectos nocivos sobre la salud de la exposición crónica al humo del tabaco no se circunscriben sólo a los sistemas cardiovascular y respiratorio, sino que afectan prácticamente todos los sistemas funcionales del organismo humano. Repasemos algunas de sus posibles consecuencias. Vale aclarar que los efectos adversos se dan tanto en quienes fuman como en quienes conviven con ellos en ambientes con humo de cigarrillo.

La exposición pasiva al humo del tabaco en el hogar por parte de niños y adolescentes es responsable de una mayor prevalencia de enfermedades respiratorias, de un menor peso al nacer y de dificultades en el aprendizaje.

La exposición crónica al humo del tabaco favorece la aterosclerosis, la hipertensión y la cardiopatía isquémica.  En las vías aéreas predispone a procesos infecciosos respiratorios y cáncer de pulmón.
Con respecto al tabaco como factor de riesgo de desarrollo de cáncer hay que saber que no solo predispone al cáncer de pulmón si no al de muchos otros órganos como: esófago, riñones, laringe, boca, páncreas, vejiga.

Sobran los motivos para desaconsejar el hábito de fumar. Debe recordase que con el asesoramiento nutricional adecuado se puede evitar subir de peso al dejar el cigarrillo. La persona debe recibir un plan alimentario individualizado que restablezca el balance nutricional considerando las etapas por las que se atraviesa al deshabituar el tabaco. La actividad física es otro pilar fundamental para obtener buenos resultados.